Experiencias de inmersión en un textil contemporáneo en Cero Uno. Por LFQ.
Muestra de Erina Libertad en Cero Uno, Bailables, performance y textiles. Fotos Camila Ávila y Ricardo Ávila , 2022.
Esta joven artista connacional, actriz y coreógrafa, presenta a partir del pasado sábado 17 de septiembre de 2022, una muestra relacionada con la danza, con el performance, con el textil, y de ahí el video performance que nos intimida a detenernos en el propio acceso a la sala, para visualizar una idea fogosa de fondo, sustentada por el recurso de la técnica y lo tecnológico con el video, pero también, de la memoria del grupo que trabaja en este espacio creativo y colectividad.
Quizás por ello -Erina (1986)-, trabaja con una alusión a pasos, a ritmos, a movimientos a partir de un pulso contante, de un bajo continuo que de pronto se vuelve enorme latido interior. Tal y como manifiesta esta autora es un performance, “pero me mantengo siempre al margen de las categorías y prefiero presentarlo como una experiencia”.
Muestra de Erina Libertad en Cero Uno, Bailables, performance y textiles. Fotos Camila Ávila y Ricardo Ávila , 2022.
Al andar en la sala, en una instalación con telas, hilos, dibujos, papeles cosidos con trazos, uno como espectador vivencia el caminar sumergido al interior de un tejido, como si una sola pieza se ampliara a dimensiones colosales, y exploráramos en un textil muy de naturaleza propia y de los adentros, ese que llevamos todos al desplazarnos sensiblemente entre hilos y el vacío o contra-espacio del blanco de la sala, la luz y el unísono poético en esa experiencia de sumersión.
Muestra de Erina Libertad en Cero Uno, Bailables, performance y textiles. Fotos Camila Ávila y Ricardo Ávila , 2022.
Flotar entre hilos y capas
Se advierte o escucha con los oídos de la porosa imaginación artística, un latir quizás pulsional, telúrico, cuales resonancias entre las estratificaciones terrestres: un choque de placas por subducción, una palpitación desde dentro del vientre de la muestra, del vientre de la artista quien motiva a sentir esa libertad interpretativa y de lectura tolerante para con el espectador, quien transita por los sub espacios que marcan los hilos y la gravedad o lo ingrávido, como si flotásemos en los líquidos amnióticos antes del parto en el vientre de la madre Tierra.
Ella comenta que lo expuesto “es en realidad una costura, un trazo a máquina, la evidencia de una interacción, un dúo entre la máquina de coser y yo”. Y agrega: “En este sentido, las figuras en los textiles son estímulos de movimiento, recorridos y mapas mentales de juegos que se completan con el cuerpo de quien los ve, de quien los interpreta”.
Muestra de Erina Libertad en Cero Uno, Bailables, performance y textiles. Fotos Camila Ávila y Ricardo Ávila , 2022.
Lucía Madriz, la entrevista para entresacar su posición como artista visual venida del teatro y la danza moderna: “Las artes visuales me ofrecen un espacio para pensar y presentar propuestas que no cabían en el escenario. Me mueve lo que está afuera de los espacios convencionales, lo que no se ve montado, ensayado o limpio -todas cualidades de la danza que conocía. Me emociona especialmente lo efímero, lo cotidiano, lo no representado, lo que no tiene una forma única o correcta de ser”.
Insisto, penetramos a un espacio de recogimiento interior, de aplacar los sentidos para que crezca la virtud, el misticismo en un templo sin religión, neutro, cual útero simbólico que es el mundo, cueva o sala en los adentros de nuestra territorialidad, de la superficie o espacio de Cero Uno, con sus zonas plagadas de caminantes como aquellos que a diario transitan en el vacío y corazón de esta urbe de las ilusiones. Me evoca a sentir al poeta Shangai cuando canta: “En la ermita de las ilusiones las flores del alba brotan, se abren y desaparecen”. Se habla de tiempo atmosférico y de un tiempo fractal, de un sol que renace cada día, pero que, al posarse en el zenit, reinicia nuevos procesos para las criaturas vivientes y entre estas las flores y nosotros como parte de lo creado.
Muestra de Erina Libertad en Cero Uno, Bailables, performance y textiles. Fotos Camila Ávila y Ricardo Ávila , 2022.
Quizás, como un vistazo referencial me motivó a evocar “El Circo”, instalación de la nicaragüense Patricia Belli en Teorética, a inicios de este siglo, entre cuerdas y roldanas que creaban el movimiento de las figuras danzantes en la visión de aquellos tejidos ancestrales o vernáculos que, en el caso de Belli, remitían a la presencia de la gran Mesoamérica que amamos u odiamos, y por ello nos comportamos como caminantes trasfronterizos buscando otro sol, otra semilla sagrada del maíz, otra milpa, otro Axis Mundi o buscando el vuelo del águila arpía, o la deidad orisha de los lagos, ríos y mares.
También me referencia, en el dibujo de la secuencia de manos, a los dibujos del dibujante y poeta Ricardo Ulloa Garay.
Muestra de Erina Libertad en Cero Uno, Bailables, performance y textiles. Fotos Camila Ávila y Ricardo Ávila , 2022.
La idea de trajes, de patronaje, te telas apenas zurcidas con hilos de la memoria, me conecta a la poética y crítica sustancia de Debravo en su poema Trajes: “que de objetos de servicio pasan a ser nuestros carceleros”.
Por ello pienso que es una muestra de deseos, de relaciones entre el aquí y el allá, que parte de nuestra hoja, papel, o acta de identidad, adherida a los muros de la sala blanca, y con ello delatamos cada uno nuestra propia historia, el contrato vivencial con el arte acrual, el tejido interior con sus cuerdas, lienzos, trazos de un textil contemporáneo inquieto, lúdico, y en suma dramático.
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