top of page

Geometría del Centro de Christian Salablanca

  • Foto del escritor: Luis Fermando Quiros
    Luis Fermando Quiros
  • 12 nov 2020
  • 6 Min. de lectura

Christian Salablanca Díaz, Geometría del Centro, 2020. Vista de instalación enAvanzar con paso leve. st_age expandido, una exposición, Museo Nacional Thyssen-Bornemisza. Foto: Roberto Ruiz.


El artista nacional, Christian Salablanca, con su resiente residencia en FLORA ars+natura de Bogotá, Colombia, y la muestra en la plataforma “st_age”, de Thyssen-Bornemisza Art Contemporary, da un giro considerable en su investigación artística, al focalizar los lenguajes del arte de nuestros pueblos originarios del continente, apreciados en la constante interacción con el entorno cultural, social y una naturaleza de generosos frutos.

Tan singular lenguaje gráfico-morfológico, los antepasados lo asimilaron de la Geometría que encontraron en las cosas, paisaje o medio, destrezas manifiestas al grabar petroglifos, proporcionar las dimensiones y estética de metates y mesas ceremoniales talladas en piedra; además de las viviendas, orfebrería en oro, textiles, objetos de cerámica para el uso ceremonial funerario y funcional cotidiano, entre otros.




Christian Salablanca Díaz, Geometría del Centro, 2020, coproducida por FLORA ars+natura y Thyssen-Bornemisza Art Contemporary para st_age. Fotografía de archivo de su residencia Movimientos en FLORA ars+natura, 2020. Foto: Gonzalo Angarita




Legado iconográfico

El dominio de esta estética estructural del arte vernáculo, fue observada, deducida y aplicada a todas aquellas manifestaciones de su ingenio creativo. Y, la única explicación a esta fortaleza es que lo aprendieron en la constante interacción con la misma naturaleza o entorno: La circunferencia la apreciaron en los astros del firmamento, la luna, el sol, el arco iris con su color atmosférico debido a la física de las moléculas de agua en el aire, fue su escuela.

La representación de círculos concéntricos, la dedujeron al lanzar una piedrita en una poza de agua, el impacto genera esa actividad radial y anular, que es una estructura autoportante, modular o proyectiva plana o geodésica encontrada en la esfera, o en la morfogenética toroidal que también fue deducida. De similar manera llegaron a conocer algunos polígonos regulares, entre estos el triángulo equilátero, el cuadrado, y el pentágono.

Las formas orgánicas como la espiral, configuración que presenta mayor complejidad, estaba en la flora, bejucos, helechos, flores, hojas, en los oleajes o en los remolinos que traza la corriente de las aguas del río, y que hoy denominamos vórtices, los cuales, según los teóricos Brigs & Peat, son una de las siete leyes de la Teoría del Caos, gobernanza propia del planeta y el Universo.

Sintieron además sobre su cuerpo y entorno las fuerzas de los vientos del huracán, los tremores volcánicos y las oscilaciones en los sismos telúricos, que ocasionaba una matriz de representación simbólica de admiración y hasta quizás terror. Todo este bagaje de gestos y trazos, apuesta a que nuestros antepasados fueron grandes observadores del sacro lenguaje, expresado por el planeta en su intrínseca naturaleza y su narrativa sígnico-simbólica, grabada o tallada en piedra.




Christian Salablanca Díaz, Geometría del Centro, 2020, coproducida por FLORA ars+natura y Thyssen-Bornemisza Art Contemporary para st_age. Fotografía de archivo de su residencia Movimientos en FLORA ars+natura, 2020. Foto: Gonzalo Angarita


Constatación empírico-vivencial

Ahora bien, en mi caso personal y dedicación de estudiar arte y diseño, cuando visité algunos museos europeos como el Etrusco en Roma, el Egipcio en Turín, o los Museos Vaticano, entre otros, me percaté que, en principio, ese encaje armónico estaba en las esculturas y objetos utilitarios de guerra y dominación, que caracterizó a aquellas imperios de la Antigüedad. Al caminar entre lo expuesto me cuestionaba sí era que aquellos pueblos antiguos del viejo continente, viajaron a Abaya Yala a aprender los conocimientos de nuestras culturas originarias, sin embargo, también era consciente que el mismo denominador armónico áureo, lo podemos encontrar en el arte antiguo oriental.





Paradoja de la no linealidad

Deducir dónde se haya el centro de irradiación del conocimiento del arte y la ciencia, es tan conflictivo como probar lo contrario, de que lo trajeron los colonos europeos cuando ya, en las manifestaciones artísticas originarias, era un lenguaje patente en la estética que subyacen a las expresiones simbólicas universales.

Nuestro antepasado originario, además de celoso observador, poseían un pensamiento no lineal (la no-linealidad del tiempo fractal o del “no reloj”, que no obedece a métricas aritméticas); el suyo era un concepto de armonía en la representación y lenguaje natural, logarítmico áureo, y que el intento de colonizar lo superpuso a lo suyo, una gramática métrica y lineal, que incluso, intentaron sobreponer, enterrando los legados vernáculos bajo la piel de la tierra. Hoy es reconocida la brillantez de la ciencia Inca y Maya, que tuvieron un importante dominio de la Matemática, como aportar el conocimiento y manejo del cero, representado con el dibujo de un caracol o concha marina.

Geometría del centro

Entonces, resulta comprensible, que Christian Salablanca, sensible e investigador de los legados étnicos y culturales en esta sociedad contemporánea, vea al pasado, para develar sus enigmas y vicisitudes, pero también profundos conocimientos, y que sustenta estos estudios para la muestra actual, junto con otros artistas de su misma cala, expuesta en la plataforma ST_AGE, curada por Soledad Gutiérrez.

El interés de este artista nace de una exploración y trabajo de campo, viajando a la Sierra Nevada de Santa Marta, cordillera Norte de Colombia. Al observar los asentamientos de los pueblos kogui, arhuaco, wiwa y kankuamo, en esa visita a la zona arqueológica de Terunna, antiguo entablamento ceremonial, mejor conocido como “La Ciudad Perdida”. Entonces, el connacional encontró que las terrazas circulares y montículos, contienen enorme similitud con las del Monumento Arqueológico de Guayabo, entre las faldas del volcán Turrialba y el gran río Reventazón, vertiente que recoge parte de las aguas del valle intermontano Central de Costa Rica, para desembocar en la costa caribeña, en cuyas márgenes se pueden encontrar registros de interés arqueológico y del arte de grabar la piedra.




Christian Salablanca Díaz,Geometría del Centro, 2020, coproducida por FLORA ars+natura y Thyssen-Bornemisza Art Contemporary para st_age.Esquemas constructivos. Foto: cortesía del artista.



El hoyo negro atractor

Luego del análisis y lectura de los caracteres estructurales y formales en el arte y arquitectura de ambos pueblos -tanto los que habitaron la Sierra Nevada como la zona de Turrialba donde se fundó Guayabo-, el artista costarricense dedujo un sistema de configuraciones como el cono (recuérdese que la casa cósmica de las etnias actuales bribrí y cabécares, era cónica), además de la cruz, u otros entes abstractos de carácter minimalista.

Con estos rudimentos geométrico-topológicos, él ejecutó un video-performance, disponiendo papel blanco sobre la superficie de la sala, moviendo las formas a manera de juego del trompo, que deja huellas, trazos, contornos, bordes, gestos que adquieren el lenguaje previsualizado por el artista en su visita a Terunna y Guayabo, sonorizado por un entorno de notable sustancia musical. Crea un paisaje capturado en el video, que asimila mapas, como fragmentos cartográficos que figuran en las fotografías áreas de estas zonas arqueológicas, vista en planta, las cuales son portadoras de ese lenguaje de la dimensión intuitiva del pensamiento abstracto. El sonido que imprime dicho marco o encadenamiento sonoro, conjuga estos recursos combinatorios, que se desplazan e impactan al papel.

La idea del centro, donde clavan la punta del compás los cartógrafos triangulando para determinar la situación y localización del gran hoyo negro que atrae hacia sí los cuerpos celestes del firmamento, son simbolismos leídos en ese abordaje performativo y eleva la reflexión y su análisis. El tizne renegrido del carbón genera la gestualidad de trazos orgánicos que como se dijo, asemejan los trazados dejados por el ancestro en la sierra, en la selva o en la entraña de la pachamama; pero en otra arista, evocan las actitudes incendiarias con que los europeos intentando reducir a cenizas el entramado habitacional y los vestigios de sus manifestaciones creativas. Aquel remanente sobre la superficie blanca del papel, es el registro visual de un paisaje procesual, abundante en valores gestuales, superposiciones y tramas propias del dibujo contemporáneo.

Nociones políticas y pugnas actuales

El título de la propuesta Geometría del centro, no deja de aludir a la noción teórica-crítica de Centro y Periferia, tensiones que permanece aun entre los emporios comerciales del poder hegemónico, y del filibusterismo moderno, que tensa e impacta nuestras zonas con mecanismos de dependencia y dominación para atraer las riquezas hacia su centro de irradiación, que también exacerban la actual perspectiva de descolonización, repudiando tantas actitudes neohegemónicas en las relaciones mundiales y el mercado global.

En anteriores enfoques, la obra de Salablanca observaba la violencia en los grupos y ocupación de territorios deprimidos urbana y socialmente, tensadas por tácticas políticas que abundan en el istmo centroamericano u otros sitios de América del Sur y el Caribe. Se recuerda su video Dos piedras, expuesto en el Museo de Arte y Diseño Contemporáneo, donde se escuchaba el choque de dos puños de manos, como un pulso constante, el bajo continuo en la sonoridad de fondo, para saber cuál, quién o cómo detenta el poder.

En el texto de “st_age”, la curadora nos refiere:

La obra interdisciplinar de Salablanca es una reflexión radical sobre las relaciones culturales de los sistemas violentos: de lo humano a lo animal, de la palabra a la memoria simbólica y de los centros de poder a la periferia”. (Gutiérrez S. 2020)

El videopoema -y con este cierro mi comentario-, cuenta con insumos como la participación en la creación del audio de Daniel Lara Ballesteros, quien consideró fragmentos del texto Geometría del centro, validando la memoria de esos pueblos y cartografías, o dibujos de Salablanca, obtenidos por el desplazamiento de las herramientas talladas en carbón, las cuales recuerdan las plomadas u otros instrumentos de precisión aplicadas a la topografía y a la medición de terrenos, cuya gramática generativa deriva de los mismos conceptos de la geometría rotatoria, en la investigación de cómo se comportan estas entidades abstractas en el campo ampliado de la fenomenología y la Gestalt.

 
 
 

Comentários


Drop Me a Line, Let Me Know What You Think

Thanks for submitting!

© 2023 by Train of Thoughts. Proudly created with Wix.com

bottom of page