Por Luis Fernando Quirós, abril 2022
Quien sea capaz de capturar con su cámara fotográfica aves, árboles, o cualquier otra criatura viviente en la profusa naturaleza, no es cualquiera quien sale de su casa a pasear, y se detiene ante un árbol pues sintió revolotear entre el verdor de sus ramajes a un pájaro. Quien es fotógrafo de aves, es porque investiga, sabe de éstas. Las busca primero en la teoría, en la historia, en la memoria, en registros, albunes o inventarios de especies del lugar, aprende de éstas, y sabrá reconocer su trinar, la estructura de su plumaje y colores, su estilo de vuelo, sabrá cuáles son los árboles que visita y de qué se alimenta, luego de todo esto va a fotografiarlas. Porque quien busca encuentra.
Esto me dice que hay cierto gesto mágico en todo ello, y me recuerda a los cazadores del Paleolítico y Neolítico en la Prehistoria, quienes pintaban o representaban en el fondo de una cueva al animal que querían cazar; les dibujaban flechas y lanzas pues con ese ritual y su creencia, ése era ya un animal cazado. Dicho ritual implicaba conocimiento, destrezas de representación, técnica y, como dije, conocimiento del sujeto de estudio.
“AvesTikas: Vuela Tu Memoria” es una colección de fotografías de Cristian Bonilla Poveda, impresas en canvas de buen formato, que contiene unas veintiséis piezas cuyas imágenes fueron cuidadosamente seleccionadas en sus archivos de más de trescientas aves fotografiadas, en un gesto que empezó por afición y se convirtió en estudio, investigación y producción con los rigores del arte fotográfico.
La fotografía de aves o pájaros, requiere conocer y tener experticia en las técnicas de la fotografía de naturaleza, con sus singularidades y factores muy concretos de conocimiento y manejo de la cámara y los programas de edición digital. Tiene mucho de arte, pero también de ciencia. Son factores que lo hacen entrar en un estado de predicción y anticipar las jugadas del sujeto y el entorno. Requiere razonamiento, deducción y práctica al disparar el obturador y captar la imagen, pero luego vendrá el laboratorio de redimensionar la foto, controlar los efectos de la luz y la incidencia que llamamos retoque fotográfico.
A las personas interesadas en aves se les llama ornitólogos y amantes de la fotografía de aves, son capaces de caminar y mantenerse en el entorno natural por días y hasta semanas buscando, observando, derivando información de la mirada que lo catapulta a crear y capturar esa imagen que anda buscando, y que podrá llevar incluso hasta el plano simbólico e imaginario, como el caso que nos ocupa.
Avistador de aves o pajarero Existe un vocablo en inglés que caracteriza a la persona que practica y ama esta actividad: “birdwatcher”.Es un observador o avistador de aves o pajarero. Se trata de una actividad de la lógica, el saber, la técnica, pero también del corazón y el espíritu; está centrada en la emocionalidad de la contemplación y el estudio de las aves silvestres en el entorno natural. Ese es un espacio de lo sublime y sagrado para la deidad que llamamos “Madre Naturaleza”.
Implica reconocer la amplia diversidad de especies de aves, acude a su taxonomía definiendo criterios como su plumaje, canto, tamaño, posición y esquema del vuelo.
Representación del ave en el arte
Es indudable el interés que representan las especies de aves como criaturas del reino terrestre y natural, interés que ha inspirado a los humanos a representarlas en cuadros, pinturas, dibujos, esculturas, grabados, y como hemos dicho, fotografías. La perspectiva del vuelo es única. Trasciende que Leonardo Da Vinci llegaba a los mercados florentinos a comprar palomas, y en vez de llevárselas a su casa como sería lo usual, las soltaba, y se ponía a dibujarlas en vuelo. El ingenio que gobernó al artista no se apoderaba del animal sino del poder volar que lo introdujo en investigación científica-artística, y en vida, Leonardo realizó varios modelos fallidos, pues sí llegó a conocer los secretos de la mecánica del aparato volador, pero no del combustible que necesitaba para impulsarlo.
En un texto encontrado en internet, aporta:
“Las aves frecuentemente simbolizan cierta cualidad aspiracional que aparta a los seres humanos del resto del reino animal, lo cual es por qué las representaciones de seres divinos a menudo se inspiran en el carácter físico de estas criaturas aladas.
Las pinturas e impresiones del Renacimiento, por ejemplo, presentan ángeles con cuerpos humanos, pero alas como ave. Los pueblos indígenas en las Américas han usado los cuervos como símbolos físicos para un panteón de dioses. Y en México, el diseño de la bandera nacional hace referencia a una profecía azteca de un sitio predestinado para la ciudad azteca de Tenochtitlán, donde los fundadores vieron a un águila devorar una serpiente encima de un nopal”. (https://phxart.org/es/blog/las-aves-en-el-arte/)
Bonilla Poveda va al bosque a buscar y encontrar aves, las rastrea en el sotobosque e incluso hasta en los cercados, pues se aprecian algunas detenidas sobre un alambre de púas, lejos de incomodar la lectura le agregan, pues estás, las espinas, las púas, los aguijones, son símbolo de las vicisitudes de la vida.
Las aves, además de inspirar a los avistadores, como se deduce, han sido una fundamental fuente de inspiración artística, religiosa y espiritual y ha quedado patente en el arte para muchas culturas del mundo y registrado en la historia universal. Dicho registro, como el que expone Cristian, es asociado a sentimientos y virtudes humanas propias del raciocinio e intelecto, tales como la sabiduría, la libertad creativa, y el amor. Recuérdese que la paloma acuerpa el Espíritu de Dios, y, su iconografía en diferentes culturas del mundo es infinita, tanto como fundamental como ícono religioso. También se recuerda dicha iconografía en la pintura parietal egipcia, maya, y en las mismas escrituras ideogramáticas como la maya, la egipcia y la oriental.
Quizás lo que más me sorprende de este aporte al arte basado en las aves, es que todas las fotos fueron capturadas en Costa Rica, y se lo pregunté al artista, pues, aunque sabiéndolo, no me cercioraba del todo de ese magnífico tesoro de la naturaleza existente en el país. Así que el valor que aporta artista y poeta al arte fotográfico de aves, y que podemos apreciar en esta muestra, es algo invaluable de la existencia. Es un certero fogonazo que acrecienta nuestro amor por un planeta que debemos proteger, pues sin aves, o cualquier otro sujeto de la especia humana o animal que desaparezca, todo se verá afectado al límite de sucumbir.
¿Quién es y qué hace el autor?
AvesTikas es un proyecto de divulgación y fotografía de la avifauna costarricense. Su autor es el ingeniero en computación Cristian Bonilla Poveda (Cartago, 1976), actualmente estudiante de Ciencias de la Comunicación Colectiva con énfasis en Producción Audiovisual.
El autor, tiene 5 años de experiencia en producción audiovisual y en fotografía. En la disciplina de la fotografía de aves, cuenta con 3 años de camino que le han permitido explorar las posibilidades ante estos escurridizos sujetos, visitar las distintas zonas de vida del país, documentar fotográficamente 470 especies distintas y tratar, en la medida de lo posible, obtener registros fotográficos con calidad y belleza. Sus conocimientos en informática, así como la formación en talleres, fuentes bibliográficas y en línea, la profundización en el tema ornitológico, el compartir con fotógrafos y pajareros, la exposición de sus obras, así como el aprovechamiento de los cursos del énfasis de producción audiovisual, le han permitido avanzar en una forma integral en este particular mundo de la fotografía de aves.
El autor, además de disfrutar de la fotografía de aves, macro y paisaje; ha publicado poesía (Brebajes, 2012, Editorial Germinal) y 2 discos de música original (Delye, Rasgos, 2006) (Cántaros, Cántaros en Tus Manos, 2020).
AvesTikas busca brindar una aproximación al público general a la gran riqueza de la avifauna que tiene Costa Rica, muchas veces desconocida. Se presentan las aves en un formato mucho mayor a su tamaño normal, lo cual permite apreciar la belleza de detalle de los individuos, tomados con cámara de alta resolución.
El nombre AvesTikas, hace referencia a las casi mil especies de aves con que cuenta nuestro país (924) dato en constante cambio debido al movimiento de las aves de zonas cercanas y al mayor entusiasmo en la observación y fotografía de aves por parte de un importante sector de biólogos, ornitólogos, guías naturalistas, fotógrafos y personas que aprecian el medio ambiente.
La colección de fotografías de “AvesTikas: Vuela Tu Memoria”, se compone de 26 obras en formato de 60x75cm y 75×42 cm. de Cristian Bonilla Poveda. Se estrenó a finales del año 2021 y ha pasado por recintos como: Restaurante La Castilla, Centro Diurno El Tejar, Camerino Art Bar, Jardín Lankester y la Galería del Consejo Universitario de la UCR. Una pieza de esta colección se encuentra actualmente en la Casa Museo del ornitólogo Alexander Skutch, en la Finca los Cusingos, perteneciente al Centro Científico Tropical.
El título de esta colección de fotografías, tomadas durante los años 2021-2022 es “Vuela Tu Memoria”. Hace referencia al ejercicio mental que supone la identificación de especies y al aprendizaje del vasto tema que gira en torno a las aves y sus zonas de vida. Hace referencia también, a la experiencia personal del autor, al recordar imágenes de un álbum de naturaleza que tuvo de niño y cómo estas imágenes lograron estimular la curiosidad del ahora adulto.
コメント