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Mascarillas x Artistas en Sala del Umbral

  • Foto del escritor: Luis Fermando Quiros
    Luis Fermando Quiros
  • 18 nov 2020
  • 9 Min. de lectura

Actualizado: 20 nov 2020

Mascarillas x Artistas en Sala del Umbral

Museo de Jade y la Cultura Precolombina y Continuo Latido Americano de Performance / Corpografias en Contexto




Museo de Jade y la Cultura Precolombina / Sala del Umbral, muestra Mascarillas x Artistas, 2020


La mascara no es extraña a la cultura precolombina, y sobre todo la chamánica, pues era utilizada por los chamanes en las prácticas curativas en los pueblos originarios de Abya Yala, como fue conocido este continente. Hoy en día, la mascarilla es un componente indispensable de la vestimenta, que no es solo estético, sino un protector para evitar el contagio de la covid19.




Museo de Jade y la Cultura Precolombina / Vista desde la Plaza de la Democracia.


El Museo de Jade y la Cultura Precolombina, San José, Costa Rica, inauguró el pasado 17 de noviembre del 2020, en la Sala del Umbral, la muestra física, que, a pesar de lo nefasto de la pandemia del coronavirus, devela un rasgo de la creatividad humana. Se aprecian mascarillas e intervenciones artísticas que, reflejan los protocolos sanitarios para repeler el contagio, y acudir, de forma simbólica, a la naturaleza como paliativo.


En el articulo publicado por la edición española de revista Wall Street International, y que replicamos en La Fatalísima, revista “on line” de arte contemporáneo, se dijo que adosar el cubre-bocas, es un acto de amor, que intenta combatir el contagio del virus, para que otros semejantes no se contagien, y además, guardar las distancias sociales. Significa quererse a sí mismo, y afirmar un estado de sí, en tanto tras ese objeto que transmuta la imagen personal, subsiste un don de altruismo y solidaridad.





Museo de Jade y la Cultura Precolombina / Sala del Umbral, muestra Mascarillas x Artistas, 2020


La máscara ha servido para la celebración, como en tiempos de carnaval, o rituales de sincretismo religioso como el comentado al inicio. Aunque también es usada por delincuentes para ocultar la identidad, y a veces provocar inhumanas prácticas escondiéndose tras un pasa-montañas. Se aprecian en esta muestra propuestas de corte social, pero también político, son abordajes pertenecientes a la esfera del acontecer.


Para Rafael Manosalva Docente de la Escuela de Cine y Fotografía Zona Cinco de Colombia: “Una máscara es una estrategia de defensa o de intimidación. Si el rostro es contingente y mutable, la máscara es todo lo contrario. De allí su poder ritual y religioso: la máscara evita el gesto, o mejor, detiene el tiempo”.









Lecturas de lo expuesto

Se adoptan, como se dijo, soluciones que evidencian la confianza puesta por el humano en la Madre Tierra, al usar hojas, caracoles, flores, cáscaras, cortezas, bejucos, pieles animales, indicios significativos de tener al entorno como aliado.






Moyo Coyatzin se apropia de una fotografía que conlleva la celebración del Grupo Bocaracá, e inserta un dibujo a carboncillo de la mascarilla titulada “BOCARA + CARA & MOYOCARILLA”. Vuelve la propuesta fogosa, lúdica, demuestra el estado de estar en cuarentena y buscar pretextos para remontar el tiempo.











Zulay Soto encuentra la ocasión propicia para expresarlo con el performance, al adosar el cubre-bocas con algarabía; es tiempo para celebrar la posibilidad de compartir, por sentirse joven dando cara a la vida.


Doreen Bákit, con toda parsimonia recorta su retrato impreso, y crea con lo recortado una ventana para dejar ver la sonrisa. Asume positividad ante la pandemia, cuando los demás tapan su boca y nariz con asfixiantes mascarillas, ella deja fluir un gesto simbólico de desenfado.






El escultor malayo Chao Harn Kae, residente en Hong Kong, expone una impresionante máscara de terracota, modelada por él, teatralidad que acuerpa lo dramático de la fotografía de Liew Chee Heai.


Illimani de los Andes presenta la foto de una escultura en hielo y tierra extraída del cementerio "Milagro de Dios" de Managua, envuelta en lágrimas, con banderitas azul y blanco. Celebra In Memoriam a los desaparecidos en la Nicaragua campesina e indígena -su patria de origen-, donde a diario secuestran y asesinan a personas críticas a la dictadura Ortega-Murillo. Ella comenta: Necesitamos continuar resistiendo, y luchar por la libertad de las y los presos políticos, potenciales víctimas de coronavirus.




Dinorah Carballo, con "Sembranza", 2020, tejidos a base de semillas recolectadas, focaliza su relación con la cocina, la comida y la siembra. Comenta: “He realizado esta mascarilla, intensificado la necesidad de sembrar para contribuir con una mínima parte por todo lo recibido”.


Para Yamil de la Paz García, crear esta mascarilla en tela con inscripciones textuales impresas y que se repiten en el espacio, quisiese conjurar el contagio como deletreando la declaratoria de una sentencia.




Ricardo Ávila y sus propuestas.



Ricardo Ávila -costarricense hoy radicado en México-, comparte su interpretación de crear el objeto con su lenguaje juguetón, y quizás, áspero, enmarcándose en una moldura, como si fuera él mismo el cuadro en exposición. En otra imagen adopta un objeto intervenido con su pintura, una sillita, como si la silla fuera escudo protector.




Amit Ganjo de India.


Amit Ganjoo, usa una pieza del vestir tradicional de su lejana cultura, para cubrirse el rostro, gesto de celebración casi ritual, apto para protegerse y enmendar el carácter de su creatividad. En otra imagen la mascarilla es símbolo de amistad entre Costa Rica y su patria, la India.




Marvin Castro


Marvin Castro busca en el jardín algún material que prefigure la idea de mascarilla, verde y natural. Una de las enseñanzas de esta muestra de arte contemporáneo de crear mascarillas, es el grado de confianza que el artista pone en el entorno y así reflexionar acerca del valor de la vida.

La artista argentina radicada en el país, Gala Berger, adosa un cubre-bocas que posiblemente sea indumentaria del vestido, y que trueca su función, para cargarle el simbolismo que persigue la muestra: combatir el contagio con elementos del entorno, pero sin perder su natural perspectiva femenina.


Luis Carlos Bonilla se suma al desafío de idear mascarillas, al encontrar una hoja en el jardín para adosarla a su rostro, y de esta manera sostener la consigna de quedarse en casa y protegerse. Li Briceño ensambla algunos objetos muy distintos entre sí, encontrados en su taller, con la idea de que en adelante sean táctica posible para la protección contra el contagio.




Cristina Gutiérrez




Cristina Gutiérrez encuentra un gesto de hermetismo, hecho con sus propias manos, significativo, en tanto nos dice que le es suficiente su propio cuerpo, para protegerse y detener el contagio.

Alexander Chaves-Gould se suma a esta práctica creativa adosando a su rostro una especie de caracol, sugiere fortaleza al usar objetos naturales encontrados, cargando el signo de protección ante el estado de hermetismo.


Nelson Díaz cuestiona el grado de violencia que impacta la sociedad actual, y con el uso de un pasa-montañas de un ladronzuelo que fue encontrado infraganti, y vapuleado por los vecinos, concientiza ante lo inhumano.


Luis Fernando Gómez interviene jícaros del árbol Crecenthia cujete, grabándolos con dibujos significativos del arte originario ancestral. Adosa a su rostro estos objetos para cubrirse las zonas sensibles al contagio.


Sebastián González con el proceso "Hoy me Curo", utiliza un sistema de rotulado para oficinas, anterior al uso de las computadoras. Requiere trabajo y concentración, todo para adherirlo como mascarilla protectora que imprime esperanza puesta en la acción.


El nicaragüense Alejandro de la Guerra enmascara su rostro utilizando telas u objetos domésticos, “mampara” que lo aísla del virus, y vuelve al acto teatral o cinematográfico, memoria de los auto-convocados al defender sus posiciones en el ajedrez político que vive su patria.


Eduardo Gamboa recoge flores del árbol Tabebuia ocracea, las dispone de manera que le sirva de tapaboca, con la confianza que admite el artista en esta muestra para con lo extraído del entorno.


La costarricense radicada en México, Adela Marín, explora el “Karma” -o la conciencia-, con un texto reflexivo sobre el signo de Infinito. Se trata de un llamado a concentrarse en un tiempo de espera y esperanza, para que el planeta, en unión con el Cosmos, sean paliativos para combatir el mal.


Priscilla Monge, contribuye a la reflexión inicial de que adosar el cobertor es un acto de amor, para consigo misma, pero también para con el otro u otra en la interacción cotidiana.


Eugenio Murillo, encuentra la solución en un libro que leía en el momento de decidirse a participar en el evento, y nos dice que el libro, además de enriquecer su bagaje, puede ser usado en extremo, para cuando alguien estornude frente a su humanidad.


Carlos Lorenzana pinta una mascarilla y la adosa al rostro, lo cual trae a la conciencia un grito desesperado, evocador de “El Grito” de Munch, o el filme rockero “El Muro” de Pink Floid.




Jennifer Navarro Campos




Jennifer Navarro Campos, proponer a esta convocatoria una mascarilla hecha a partir de un material de desecho, como es el cartón para transportar huevos.


Para Ernesto Pérez es suficiente un trozo de papel cartulina para recortar una especie de alas, con las cuales elevarse sobre la coyuntura y mirar la pandemia desde otras alturas.


Ana Beatriz Sánchez, con “Aroma a lavanda”, mascarilla de tela y acuarela, remarca la importancia del arte para meditar y agregar poética a lo que puede ser un cubre-bocas en situación de emergencia.


Para Karla Solano el performance no es ajeno, como tampoco la representación de su cuerpo, y en este caso, el rostro, al cual adhiere una rebanada de jamón serrano; refiere a las contingencias de una pandemia que descarna la humanidad.






Carolina Valencia -colombiana radicada en el país-, se sume en el jardín para dejarse arropar por hojas y enredaderas. La naturaleza adquiere el significado de refugio, simbolismo de cueva interior donde paliar los males del mundo actual.

Orlando Vargas recurre a pañuelos para crear un tapa-bocas: Mascarilla a lo folk, mascarilla a lo malécu, mascarilla a lo mexica y mascarilla a lo Sarchí. Interioriza la acción evocadora de cuando niños jugábamos a los bandidos y vaqueros, pero hoy se afronta a un nuevo enemigo: el covid19.


Rafael Ottón Solís aborda lo natural, la concha marina, que en los glifos de la escritura maya representa el cero. Hoy es la hora cero para hundirse bajo las arenas costeras y generar un poético performance escuchando “Alfonsina y el Mar”, de Alfonsina Storni.




Grace Herrera Amighetti




Grace Herrera Amighetti, aborda el mito de la mujer-tucán, en tanto su mascarilla fue modelada y pintada con la inspiración del pico de esta fogosa ave que brinca jugueteando sobre el árbol genealógico de la identidad.







Regina José Galindo




Regina José Galindo, artista guatemalteca, adosar la mascarilla como un nuevo performance, recalca la sentencia “No Violaras”, como si fuese uno de los Diez Mandamientos de la Ley, a ver si acaso el mensaje cala en la conciencia de los abusadores, violadores y asesinos de mujeres, por desgracia, tema siempre actual en la sociedad.




Mariela Richmond




Para Mariela Richmond el arte emerge del agro y la tierra, de una huerta familiar en la cual se producen alimentos. Con un rollo de zanahorias acabadas de cosechar, lo adosa a su rostro, significado de que en la naturaleza se encuentran paliativos para el mal.





Roberto Lizano




A Roberto Lizano le es suficiente su celular para tomarse un selfi y juguetear con las mismas herramientas del aparato, y con ello dibujar mascarillas.




Milena Rigolli




Para la italiana Milena Rigolli, el arte encuentra esencia y proceso en los juegos con la geometría, con el origami, toma un papel y con sucesivos pliegues o dobleces, encuentra la solución para configurar su mascarilla protectora.




Josué Orellana




Para Josué Orellana, de Honduras, tener una mascarilla motiva a salir al huerto, pues ahí encuentra abundantes plantas u hojas para satisfacer la necesidad de aire, protección, y a la vez juego.




Agalta Montes de Oca Domínguez




Agalta Montes de Oca Domínguez, hondureña, pinta una mascarilla y adhiere algunas hojitas silvestres o medicinales, en el afán de servirse de lo natural para dar la cara ante el contagio del virus.


Para Luis Chacón, realizar el performance de adosar una mascarilla, es suficiente con ir al jardín para colocarse florecillas y follaje en su rostro, aspecto que vincula al simbolismo de la natura como dadora.


Ana Wien con su ingenio creativo, reproduce, a partir de su técnica y estilo personal, pintando sobre la tela de la mascarilla el imaginario con el cual ella confía le rinda protección.




Noel Saavedra




Para Agalta Montes de Oca Domínguez, creador nicaragüense, es suficiente utilizar la mascarilla como soporte de la naturaleza, adhiriéndole trozos de enredadera, rito de sanación contra el covid 19.


Olga Dorado elabora la mascarilla para adosar en su rostro, y utiliza materias caseras vinculadas a la prevención, como el eucalipto, el ciprés, u otras hiervas que acuerpen su propuesta.





Oni Jiko




Oni Jiko, artista francés, habitante de París, aborda la experimentación con recursos digitales, para sortear varias propuestas de mascarillas, que él aborrece en la vida real en tanto estas se vuelven carceleras y estereotipo social.


Y ya para terminar con este recorrido por la muestra, Rosella Matamoros, acostumbrada a realizar performances, encuentra en su propio cuerpo el gesto y materia para manifestar su creatividad. Con dramatismo recoge su cabellera, y la adosa en forma protectora, sumando una fiera mirada: ¡Conmigo no te metas, covid 19!






A manera de conclusión

La muestra que inauguró la Sala del Umbral del Museo de Jade, expone además del conjunto de fotografías proyectadas en enormes pantallas, y exhibe en una vitrina de sala la mascarilla original creada por la artista Grace Herrera Amighetti. Son incluidos dos equipos de proyección donde corren las notas interpretativas de cada pieza, y los videos que grabó cada artista con la versión de lo que le motivó a adosar la mascarilla en un foto-performance, requisito de la convocatoria del proyecto.





Museo de Jade y la Cultura Precolombina / Sala del Umbral, muestra Mascarillas x Artistas, 2020. En la foto la Lic. Laura Rodríguez, directora del Museo.



La propuesta Mascarillas x Artistas es parte de los eventos nacionales que organiza “Continuo Latido Americano de Performance, Corpografías en Contexto”, que se realiza desde el 11 de noviembre y hasta el 4 de diciembre de 2020 por redes sociales, con la participación de cientos de artistas del continente que hacen de su cuerpo un medio artístico para manifestar creatividad e incluso, hasta disenso político.




Algunas imágenes captadas de las proyecciones en sala del Umbral



Oni Jiko de Francia


Moyo Coyatzin, Illimani de los Andes y Amit Ganjoo de India



Noel Saavedra de Nicaragua, Ana Wien, Ernesto Pérez de CR y Gala Berger de Argentina



Li Briceño y Riardo Ávila



Doreen Bákit y Dinorah Carballo



Mariela Richmond, Ana Beatriz Sánchez, Luis Chacón y Eduardo Gamboa de CR, Agalta Montes de Oca y Josué Orellana de Honduras.



Milena Rigolli de Italia y Zulay Soto de CR


Alejandro de la Guerra, Nicaragua



Rafael Otton Soles y Olga Dorado



Carlo Lorenzana y Luis Fernando Gómez


Carolina Valencia



















Las fotografias fueron tomadas por Liz Rojas Rodríguez, Carolina Valencia, Carlos Lorenzana.



 
 
 

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