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Instalación de Rafael Ottón Solís en el Salón Anesco Botica Solera
La Botica Solera, espacio cultural de la Municipalidad de San José alberga desde los primeros días del mes de diciembre el Salón de Esculturas 2022 de la Asociación Nacional de Escultores Costarricenses (ANESCO), evento anual con el cual los creadores tridimensionales del país se empeñan en mostrar su trabajo y vigencia en el arte de hoy, activando un espacio de encuentro y proyección de su importante producción creativa.
Importa recordar que mucha de esta materia base para la escultura exhibida en el Salón, nos la brinda gratuitamente la naturaleza, una medre parturienta que es excelsa, sagrada y de inmanente belleza: estamos hablando de las maderas, los troncos, las piedras, las arenas y grabas, hierros u otros metales son dones que nos brinda de manera gratuita esta Madre Tierra, y quizás por ello que las materias naturales tienen espinas, pues representan los escollos a resolver durante el trabajo de esculpir, como en todo proyecto en la vida hay que solventarlos, pues no existe un acto de magia para que se hagan solos.
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Marcia Salas en el Salón Anesco Botica Solera
Para las esculturas hay que perseguir y cuajar la idea, empujar el proceso de producción del artefacto artístico es fundamental, y ahí pesa mucho la experiencia, pues de otra manera nos hundiremos dichas espinas hasta el alma, o incluso, se nos quedarán clavadas de por vida en la carne. Digo, las cosas no se hacen solas, en arte hay que provocarlas, la imaginación y creatividad aportan, pero el trabajo fuerte del escultor debe hacer el resto.
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Andrés Caña, "Orugas" en el Salón Anesco Botica Solera
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Luis Alonso Ramírez, resina en el Salón Anesco Botica Solera
En esta muestra de la Botica Solera se exponen también algunas instalaciones donde precisa la diversidad de materiales y el manejo espacial, tal y como lo soluciona el maestro Rafael Ottón Solís, con una importante dosis de técnica, pero más del aporte de la estética pues esa se saca desde el abismo interior donde habita el alma.
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Columna de Edgar Zúñiga en el Salón Anesco Botica Solera
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Giova colibrí ensamble en maderas y pátina de lodo en el Salón Anesco Botica Solera
Al ingresar a estas salas de la antigua Botica Solera en la entrada a Barrio México, uno se percata de la amplísima y diversa gama de expresiones tridimensionales; algunas se presentan con un concepto muy primigenio o elemental, pero son una muestra del alcance a que pueden aspirar algunos(as) artistas, solución o aporte que pueden ser criticable, pero necesarias de documentar, en tanto son manifestaciones de un tiempo y un espacio de total incertidumbre y que para cada cual se necesita observar, estudiar, analizar con respeto y consideración.
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Jenny Fernández, en el Salón Anesco Botica Solera
Otras piezas orbitan en la referencia a maestros de la escultura moderna como fueron Constantino Brancusi, Henry Moore, Eduardo Chillida, Arnaldo Pomodoro, la monumentalidad envolvente de Richard Serra, como tantos otros escultores que reinventaron los lenguajes para la talla en madera, la escultura en piedra, la fundición en bronce y otros metales en lo cual se advierte el espíritu del arte de estos tiempos actuales.
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Visra de una de las salas en el Salón Anesco Botica Solera
También se aprecian las materias no orgánicas o resinas, como la pieza que exhibe Luis Alonso Ramírez que asemeja el verdor de la jadeíta, en una figura cargada de misticismo y espiritualidad de la mujer; u otros maestros con gran oficio en la talla de la madera como Jorge Manuel Vargas, Emilio Argüello, Domingo Ramos, Edgar Zúñiga, entre otros maestros que al esculpir la dura piedra o el mármol se mantienen dando “la talla” a su manera de expresión artística.
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LFQ Tejiendo Natura, instalación con bejucos, raíces y malla Cordmex, 2022, en el Salón Anesco Botica Solera.
En otros casos y otras artistas ensayan con jocosa extravagancia la escultura blanda, con materiales textiles pintadas con enorme desenfado, como es el caso de Marcia Salas, pues también es bueno demostrar que en la práctica creativa también se disfruta y se alcanza un espacio de creatividad, exigencia y vitalidad para las artes visuales en esta compleja etapa en la que atraviesa la entera humanidad.
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