“Instimistmos”: Intercambio de saberes del arte centroamericano
- Luis Fermando Quiros
- 24 dic 2022
- 9 Min. de lectura

“Instimistmos”: Intercambio de saberes del arte centroamericano. Fotos cortesía del CCECR
En los espacios del arte contemporáneo y en particular en estos últimos tiempos del “reset post-pandémico”, en que se gesta una mayor acción y pluralidad en tiempo real matizada por el amplio uso de las redes sociales e internet: páginas, blogs personales, mensajería, núcleos y plataformas culturales que amplían el carácter y potencial de lo múltiple y democratización de las dinámicas de la (in)formación -pues pone a la mano del usuario desde la posibilidad de publicar una nota periodística, una revista, un libro o hasta una carta de amor-, regenera una jerga común en la cual fluyen vocablos que atañen a lo local, geográfico, cultural, y son portadores de las manifestaciones del arte joven y emergente, entre otros, observadas en una red de contactos y trabajos entablados a la distancia de la intimidad: “Instistmos”: un clip en la marejada de vocablos y semas que matizan la atmósfera de la vida contemporánea y cuyos bordes son transparentes y porosos.
Refieren a las renovadas prácticas sociales y culturales que en ese panorama de multiplicidad también influencian y dan una voz audible a los opuestos, gestan conductas como intimidad / instigación, identidad / diversidad de género, poniendo en tensión relaciones y maneras de ser o idiosincrasias que se miran al espejo de la realidad para reconocerse por su carga de mismidad, y motivan a articular discursos para prácticas artísticas como ésta, que potencia encuentros, foros, entre otros lienzos y/o superficies de la vida e interacciones propias de nuestra cotidianidad en la tercera década de este tercer milenio de la humanidad.

“Instimistmos”: Intercambio de saberes del arte centroamericano. Fotos cortesía del CCECR
Tiempo de potestades
Cada uno de los individuos poseen la facultad de ser y poseer igualdad o equilibrar la asunción a la escala o estructura social, lo cual habilita espacios de actuación pero que también constriñen. Lo que yo hago me hace, como dicta el paradigma de la sociología y la antropología social de los años setentas del siglo XX. Triunfo para las apariencias donde todo debe parecer ser, pero son solo escenografías o lo que yo llamo mitotecnia o ciencia de apantallar, con el perjuicio de ser hormas de materia dura, que terminan haciéndonos a los demás. Aborda un lenguaje del arte que lo hace ver como muy contemporáneo sin embargo y aunque sabe, parece y huele, aún no lo es. La sopa del arte hay que hacerla, hay que condimentarla con lo que tenemos a nuestra haber hoy, no es válido el acto de magia como suele verse en la televisión o en las opciones de la gastronomía instantánea y que denominamos comida chatarra.

“Instimistmos”: Intercambio de saberes del arte centroamericano. Fotos cortesía del CCECR
Esta muestra “Instimistmos” en el Centro Cultural de España, culmina la celebración festiva del treinta aniversario de establecimiento de un espacio múltiple en Costa Rica, refieren, según informa la nota de prensa del CCECR: “a un intercambio entre los países del istmo, lo cual deriva en un proceso de revisión crítica del sí mismo, donde los participantes discursaron acerca de las identidades de género, el amor y las memorias familiares como ejes de introspección, invitando a los espectadores a mirar hacia lo más íntimo de sus realidades inmediatas y reflexionar lo que se asume del otro o del sí mismo”.
“Instimistmos” es una metodología de la relación entre individuos de distintos puntos geográficos del istmo, de diversidad de visones de mundo, preferencias o abanderamiento político, pero que está conectados, y se plantea la manera de comunicación y de manifestación del arte, la identidad y una poética de lo material, los contenidos, las intersecciones, sobreposiciones e ideas para conformar una ideología que tiene que ver con género, trabajo, educación, con el lugar y lo que se documenta. Para el filósofo de martinica Edoard Glissant, es una relación rizomática en ese sistema vivencial y natural, y dice:
“El pensamiento del rizoma estaría en el comienzo de aquello que yo llamo una poética de la Relación, según la cual toda identidad se despliega en una relación con el Otro”. (Glissant. 2017 P.44)

“Instimistmos”: Intercambio de saberes del arte centroamericano. Fotos cortesía del CCECR
Aprovecho para recordar que en a teoría de los rizomas de Gilles Deleuze y Félix Guatari, tan cercana a las visiones de la cultura actual sobre todo de las redes, éste, el rizoma, es un brote de una planta, como el césped, que parece una sola pero son muchas entrelazadas y que crece brotando donde nadie lo espera.
Glissant alude, de alguna manera, además, a una poética de las profundidades que cada uno porta al relacionarse con los demás, y la define como “Extensión vertiginosa, no sobre el mundo, sino sobre los abismos que el ser humano lleva en sí mismo”. (Glissant, 2017. P58)
“Intimistmos” en el Centro Cultural de España
El 9 de diciembre de 2022, y hasta el 5 de marzo de 2023 está abierta esta exposición que tiene su origen y metodología en las Residencias Artísticas Regionales de Producción Curada, con la participación de duplas de artistas y curadores de Costa Rica, El Salvador, Guatemala y Panamá, reunidos desde el año 2021 de la mano con Quorum Lab Cultural, Ensayo y Error Estudio, YES Contemporary, La Revuelta y Espacio/C.
La curaduría estuvo a cargo de Tatiana Muñoz-Brenes (CR) y Natalia Domínguez (ES), con obras de Silvia García-Solís (CR), Kar Esquivel (CR), David Ahmed Jiménez (CR), Yavheni de León (GUA), Landrés Paz (ES), Alessandra Sequeira (CR) y Alberto Tenorio (CR), y la participación curatorial en los procesos de Patricio Majano (ES), Maya Juracán (GUA), Gladys Turner (PAN), Sofía Villena (CR), Tatiana Muñoz-Brenes (CR), Natalia Domínguez (ES) y Diego Ventura (GUA).

Alessandra Sequeira “Lo retorcido del amor”, 2022. Foto LFQ.
Alessandra Sequeira “Lo retorcido del amor”, 2022, costarricense, curaduría de Natalia Domínguez (El Salvador). Escenifica una visual nocturna en una locación costera, entre redes de pesca simbolizando el amor que atrapa, y una alfombra de arenas blancas en la cual están trazadas “para-escrituras” que aportan el (des)encanto de la instalación y al discurso perceptivo, y escribir versos al aire, pero también al gesto de la contradicción tan cercana a la realidad de hoy. Agrega la curadora: “… las redes le son familiares en su vida cotidiana, han sido desechadas y vueltas a recuperar, dotándolas de un significado completamente diferente; dándoles un sentido desde su historia personal”.

Alberto Tenorio “El diablo, la rueda de la fortuna y la torre”, de la serie transfiguraciones, 2022. Foto LFQ.
Alberto Tenorio “El diablo, la rueda de la fortuna y la torre”, de la serie transfiguraciones, 2022. Esa alusión a lo diabólico y a la rueda de la fortuna, retrata el gesto travieso de esta modernidad pos-pandémica donde todo está echado al juego, al crecer y decrecer de la influencia lunar o del incendio de nuestras profundidades como una manera de respirar ese signo de lo actual. La ficha razonada explica: “Este proyecto inicia con un intercambio de correspondencia donde cada persona que escribió fue retratada. Sus historias son un ritual de iniciación, esa forma arquetípica de la vivencia personal del ser…”

Silvia García-Solís (Costa Rica). “Delirium”, 2022. Foto LFQ.
Silvia García-Solís (Costa Rica). “Delirium”, 2022. Curaduría de Patricia Majano (El Salvador). En las relaciones familiares existe siempre una preocupación de qué ocurre con los adultos mayores y los niños, pero sobre manera con los primeros en tanto siempre está latente la necesidad de acompañamiento, al abismo interior que representa la enfermedad, y que por lo general son tareas asignadas a las mujeres de la familia, hermanas o sobrinas. Esta pieza plantea esa condición humana de seres sociales, que nos necesitamos unos de otros y me recuerda uno de los discursos de Platón acerca del origen de la ciudad, de que ésta existe porque todos nos necesitamos. La curadora agrega que “Delirium” presenta esas necesidades dentro del ciclo la vida, enfocándose, en los momentos de cuidados de mayor esencialidad pues son situaciones existenciales donde los seres son más vulnerables: la niñez y la vejez.
Glissant lo ve como “el exilio interior, que es el viaje fuera de ese encierro”. (Glissant. 2017 O.54)


David Ahmed Jiménez (Costa Rica) “Cartografía determinada / Travesías cuestionadas”, 2022. Foto LFQ.
David Ahmed Jiménez (Costa Rica) “Cartografía determinada / Travesías cuestionadas”, 2022 Curaduría de Gladys Turner (Panamá). El artista propone una travesía de los sentidos con varias estaciones en las cuales experimentar ver, tocar, escuchar, gustar incorporando componentes lúdicos que lo activan a un juego con esos elementos que ofrecen un escenario de visual muy contemporánea, pero donde las cosas puede que se queden ahí, que se consideren las estaciones pero se mantenga la incógnita del arte, pues esos artefactos ya fueron inventados y no es factible volver a inventar el agua tibia. La curadora aprecia: “Con estas estaciones, el artista analiza los vehículos inmediatos que moldean las subjetividades y que se van enhebrando en el subconsciente como códigos pulsionales que luego funcionan en automático activando comportamientos reflejos”. Turner los describe como “postulados hegemónicos patriarcales” que se activan en nuestras relaciones trámite los sentidos y activan una asimilación juguetona y traviesa del usuario o visitante a la muestra.

LAndrés Paz (El Salvador) “Tres lunas”, 2022. Foto LFQ.
LAndrés Paz (El Salvador) “Tres lunas”, 2022. Curaduría de Tatiana Muñoz-Brenes (Costa Rica). Al inicio como que repulsa ese traje negro compuesto por prendas con cierto grado de intimidad/instigación a lo sexual. Pero al indagar acerca del significado de las “Tres lunas” se nos refiere a una línea familiar de la abuela, la madre y la nieta que calza con esa violencia histórica de la mujer, y aun más cuando existe la vulnerabilidad del género o lo trans. La curadora explica: “La obra permite a la artista inscribirse como una feminidad disruptiva en el tejido familiar, funcionar como un remiendo generacional simbólico y producirse a sí misma como cuerpo frente a una historia matrilineal de cierta feminidad”.

Kar Esquivel (Cista Rica) “La zafra bajo tu protección”. 2022. Foto LFQ.
Kar Esquivel (Cista Rica) “La zafra bajo tu protección”. 2022. Curaduría de Maya Juracán (Guatemala) La zafra, para los centroamericanos, representa un factor de movilidad y desplazamiento o de migración, como otros factores de ocupación en el istmo. La corta de la caña de azúcar, en este video de Kar Esquivel, exhibe a dos personas uniformadas que se mueven en el territorio agrícola, pero que se inhiben de la real experiencia de cortar caña: cuando ocurren cortes de la piel, urticaria o comezón e ínfimas heridas provocadas por las espinas que se clavan en la piel y que son analogías de las heridas que más duelen, las sociales en el día a día. “Esta performance -acota la curadora-, explora la relación entre el territorio (el hogar, la familia) y la identidad de género. Es un tránsito del linaje para la aceptación de la construcción individual desde el afecto. Además de ser un diálogo intergeneracional y con la ruralidad, busca crear representación de las formas no binarias de experimentar la identidad de género”.
A manera de conclusión y hacer lectura de la siguiente instalación, quiero citar al antropólogo contemporáneo Rodrigo Montani, quien abastece esta idea:
Dije que el arte(facto) contiene intensiones sociales y que por eso mismo es medio y a la vez resultado de la vida sociocultural de un grupo. Es decir, un objeto de arte, como cualquier artefacto, cumple alguna función (por lo general varias) y, en este sentido contiene eficacia, y posee un valor, significados y simbolismos asociados. (Montani 2016. P.18)
Este acercamiento a la muestra “Intimistmos” en el Centro Cultural de España 2022-2023, y ya que acudimos a lo “íntimo de entre nosotros” como prerrogativa o procesualidad para comprender y accionar a través de los significados, confieso que en lo personal me cuesta acercarme a estos lenguajes y jergas del arte de nuestros tiempos actuales, a comprender y razonar la cuantía de sus artefactos conceptuales, y por ello acudo a lo que sé, me gusta, siento, comprendo y me permite especular un poco más allá de los que dicen los textos y sus estamentos teleleológicos. Pero es una actividad que me motiva, y por ello, mientras la mayoría disfruta del solaz del campo, la playa, o en los mismos territorios que conforman esta cartografía del istmo, yo me siento a escribir, a tratar de generar mi propia luz que abandere la búsqueda en esos abismos interiores, del “exilio interior” como dice Glissant en el cual encontrar razón a lo que vivimos y que nos provocan aquellos tremendos miedos atávicos.

“Unión” de Yavheni de León (Guatemala). Foto LFQ.
Dejé justamente para el final el comentario acerca de la pieza titulada como “Unión” de Yavheni de León (Guatemala), curaduría de Sofía Villena (Costa Rica), que es una obra que por mínima y sencilla me cautiva. Mientras en el conjunto se perciben afectos y desafectos, certezas o incertezas, poses y rituales quizás hasta rebuscados y pegajosos, en esta instalación titulada “Unión” solo evoca la memoria de un elemento abundante en este sistema biocultural, una hoja de planta rasgada y recompuesta con la consigna minimalista de que aún con poco se puede decir mucho. El mismo artista nos comenta:
“La idea viene de tomar un ícono de la memoria familiar, cortarlo como un gesto de ruptura y volverlo a unir a través de una randa con elementos de la indumentaria tradicional de Quetzaltenango y la cuadrícula de la hoja de maxán”.
Bibliografía
Glissant, Edoard. Poética de la Relación 2017.)
Montani, Rodrigo. Revista de Antropología del Museo De Entre Ríos 2, 2016.
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