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La Metrópoli salvaje

Foto del escritor: Luis Fermando QuirosLuis Fermando Quiros

El frío entra por los pies. Muestra de objetos contemporáneos de La Cholla Jackson en Espacio CERO UNO, San José.



El frío entra por los pies. Muestra de objetos contemporáneos de La Cholla Jackson en Espacio CERO UNO, San José.


Mientras caminaba -no niego conmovido y expectante-, entre los artefactos contemporáneos o esculturas del arte de hoy, en su mayoría ideas de calzado, expuestas en el proyecto CERO UNO -centro mismo de la capital San José-, sin dejar de sentir la sensación de estar sumido en la “Ciudad Salvaje”, una categoría del espacio público que la artista Cholla Jackson lo define con el título: El frío entra por los pies. En ningún instante dejé de palpar la poética de estos objetos revertidos del gran colapso, recuperados de la intemperie urbana, reinventados en un lenguaje de fuerte caracterización creativa y resonancias críticas de la disconformidad con el vivir actual, lo que nos marca hoy en tanto habitamos estos suburbios de la gran paradoja.




El frío entra por los pies. Muestra de objetos contemporáneos de La Cholla Jackson en Espacio CERO UNO, San José.


De inmediato repasé en mi memoria el arte de crear objetos que potencian dicho carácter tan sensible de la vida actual, que nos hablan de la calle caminada, que no es lo mismo que la calle vista, rastreada una y mil veces buscando un calor que palie ese helar que se cuela por los pies, mientras nos miramos a los ojos quizás con indiferencia, o en otras animando un gesto de tolerancia, que conlleva respeto pero a la vez camaradería.


Aunque seamos desconocidos o desconocidas, aún en las mismas rutas de la deshumanización, los objetos son intensos detentores de esa cruda realidad, aunque permitan regocijo y calen el discreto perfil de la cercanía, son objetos que a veces se comportan lúdicos, en otras nos recuerdan las materias primas de la electrónica, de lo que una vez perdida su función es reinventado y abre su apariencia para mostrarnos los gestos internos, insospechados, los goces de la intimidad, revelando discursos de algún semejante quien entabla una relación entre humanos, para recordar quienes somos en esta maraña de conexiones que multiplican las redes sociales e internet.




El frío entra por los pies. Muestra de objetos contemporáneos de La Cholla Jackson en Espacio CERO UNO, San José.


La Cholla Jackson: una (des)conocida

En la muestra todos estábamos expectantes en ese no lugar, esperando el ingreso de la expositora y creativa reinventora de objetos de la ciudad, esculturas usables que encienden esta urbe salvaje, caracterización que se me clavó en la conciencia apenas estuve en contacto con la muestra. De pronto entró saludando a los espectadores y creando no niego cierta conmoción, al tenerla en frente y darnos un abrazo fulminante, al hablarme la reconocí, muchas veces he chateado con ella e incluso le pasé una entrevista que nunca respondió, pues lo que en mi caso intentaba era conocer esos esquivos vericuetos interiores por donde anudamos experiencias, y forjamos una forma personal de arte.



El frío entra por los pies. Muestra de objetos contemporáneos de La Cholla Jackson en Espacio CERO UNO, San José.



Yo quería indagar cómo se preparaba al iniciar cada performance o happening como los realizados en la Casa Caníbal del Farolito, ¿cómo se preparaba para iniciar cada nueva acción, e indagar el significado de los videos que me infunden el deseo de caracterizarlos como a esos objetos-arte que representan algo de sí, emergidos de sus abismos interiores, como los llamaría Edoard Glissant en Poética de la relación 2018:


Extensión vertiginosa, no sobre el mundo, sino sobre los abismos que el hombre lleva en sí mismo. (Glissant. 2018. p58).




El frío entra por los pies. Muestra de objetos contemporáneos de La Cholla Jackson en Espacio CERO UNO, San José.


Una categoría de lo sacro y ritualista

Quería englobar mi precepción al experimentar el signo de cada uno de esos objetos expuestos y el ambiente o conmoción de la sala. Al buscar en mi memoria me consumí en las ya algo lejanas propuestas del italiano Andrea Branzi, un artista, arquitecto, diseñador bestial, de una jerga brutal, estética de los objetos con identidad, que me parecieron en esos momentos muy cercanos a lo que hace esta joven. Me recordó, además, haber leído recientemente un texto de la diseñadora española Gloria Escribano, artículo publicado en ROOM (noviembre de 2021, acerca del arte-diseño responsable de encarnar a finales de siglo veinte la poética de las nuevas utopías: “entender lo inútil como una categoría sagrada”.https://www.roomdiseno.com/andrea-branzi-del-diseno-radical-a-la-neoprehistoria/





El frío entra por los pies. Muestra de objetos contemporáneos de La Cholla Jackson en Espacio CERO UNO, San José.


Escribano comenta la recurrencia del arte de jóvenes que se sublevaron a finales del siglo pasado contra el racionalismo postbauhaniano, al que consideraban burgués y reaccionario, abrazando quizás algún carácter Povera o Pop, en el desenfadado uso de los materiales, y definir el lenguaje de esos objetos creados partiendo del material reinventado que no era tal, que no eran reales y abrían un intersticio reflexivo pero sin perder el peso de lo emocional, sin dejar de manifestar sus adentros y la sonoridad de la conciencia de estar inmersos en una urbe en crisis cuyos abismos de los cuales habla el poeta y filósofo de Martinica, isla del archipiélago caribeño, Glissand.


Al deambular con la mirada ceñida en lo expuesto por esta joven costarricense, no cesaba mi reflexión acerca de lo provocado en ese momento en la muestra que apenas se abría en Cero Uno, al categorizarlos dentro de la nueva visión objetual de una nueva Metrópoli, la quinta, la sexta, o la séptima quizás… como me motivaba a llamarla apropiándome una vez más de la teoría de Andrea Branzi como la Metrópoli Salvaje, entendida ésta como un arma ideológica de doble filo con la cual cuestionar el concepto de “buen diseño” en el siglo veinte. Grupos de artistas, diseñadores de productos y arquitectos quienes al buscar nuevos objetos encuentran “mobiliarios extravagantes, filosóficos, performativos” (Escribano 2021); lo cual se conoció en Italia como “antidiseño o diseño radical” y que supuso una transformación del paradigma que solo frenó la pandemia 20-21 y el nuevo “reset” de la cultura postpandémica.



Los objetos de la Cholla

Yo encontré abundantes zapatos, y unos guantes cuyos dedos eran pezuñas, garfios afilados como para rajarle el alma a quien insulte en esta vorágine moderna a la cual la joven trasvesti acude sirviéndose de los materiales reencontrados y reutilizados, para generar un ambiente extremo, luminoso, de tienda conceptual, bañada por una fría atmósfera de escaparate y parafernalia femenina, con cilindros de cartón y una especie de ventanas de automotores, que nos sumen en la sensación presagiante de una Big Ben, ecatombe ante los males de la violencia, el degrado urbano, el gran colapso y al mismo tiempo ausencia de humanidad, lo deshumano que representa esa gélida cuota de frío que se nos cuela desde los pies para helar el alma.


La entrevista de Lucía

Se trata de un abordaje muy álgido, demasiado sensible, y que la artista Lucía Madriz denomina los trazos o gestos de un tercer mundo que debe hacerse cargo de los subproductos del primero, un Sur Sur que se refugia en lo que nos viene del Norte Global, porque ellos no saben qué hacer con todos esos desechos, y acá solemos reinventarlo como vestimentas, máscaras o trajes tecnológicos como los del artistas Shaka Fummo de República Democrática del Congo, en África, que siguen usando esos detonantes de la contaminación del planeta para darles una segunda vida y no lleguen a los grandes basurales del derruído mundo.


Este abordaje político del arte contemporáneo me recuerda a Katherine David curadora de la X Documenta quien incluyó la porosa silla Mis Blanke del japonés Shiro Kuramata (ya fallecido) una silla de acrílico transparente en cuyo cuerpo insertó rosas rojas, y, al admitir sentarse, se hace sobre una metáfora, en tanto las rosas más tersas en sus tallos tienen espinas. En 2020 publiqué también en Meer Internacional otro artículo sobre el arte con objetos, en ese caso del guatemalteco Darío Escobar, titulado Miradas cíclicas al Arte/facto, refiriendo al enjambre de pensamientos acerca del objeto simbólico o metafórico, y aprovechando el bagaje teórico Andrea Branzi (Florencia 1938), introducido en el libro La Quarta Metropoli, al dilucidar la evolución de la metrópoli global desde el contexto de los objetos, los muebles, la arquitectura y la ciudad sin arquitectura, signos de existencia de una cultura (in)material y de mayor incertidumbre. Branzi caracterizaba a la metrópoli mecánica que marcó su huella desde los predios de la industrialización en el siglo XIX, adoptando términos como precisión, producción seriada y estandarización con su debido control o efecto sobre la idealización del producto: El deseo era poseer un artefacto que ofreciese «estatura social», pero por otro, en tanto era un objeto del deseo, repasara la interioridad del individuo que convive a diario con ideas, pensamientos y los mismos artefactos en el ámbito de una profunda coexistencia. Escobar incluyó mi texto en el corpus del libro que le publicó la editorial Lápiz de España años atrás.




El frío entra por los pies. Muestra de objetos contemporáneos de La Cholla Jackson en Espacio CERO UNO, San José.


En aquellos lustros el concepto de «ecología del objeto», hábitat que responde a la necesidad humana de percibir a través de sus distintos canales perceptivos: la "metrópoli homogénea" y la «metrópoli híbrida» complementaron aquella visión del contexto de finales de siglo. O sea, si queremos elevar la sensibilidad o el gusto y cultura de la población, mejoremos su entorno, su ciudad, lo construido pues la ciudad nos hace, en la idea de la sociología de los setentas del siglo anterior la cual nos recuerda que, al fabricar objetos, como los exhibidos hoy por esta joven trasvesti, estamos haciéndonos a nosotros mismos.

Ante la pregunta de la artista Lucía Madriz quien indaga acerca de esos elementos que encuentra en la calle, y que se exhiben en Cero Uno con que inician esta temporada 2023, Cholla Jackson responde:

El espacio íntimo lo concebí como un campo de creación dónde me enfrento al objeto potencializando las características que él ya posee, por lo que para mí es casi sagrado. Además, es donde puedo ser yo sin juicios, sobre todos los familiares; un espacio de refugio y fantasía sin miramientos incómodos.

Hoy en día es imposible dejar de hablar de misiles y pertrechos militares que acosan a lo sacro y tesoro cultural de la humanidad. Ese espacio de lo sagrado es a su vez un campo de batalla, un lugar para las refriegas existenciales en la larga noche del místico o del artista contemporáneo intentando dar sentido a lo que encuentra con estos vectores detonantes.

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