Por Luis Fernando Quirós
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Luis Paulino Delgado. Modelo frente a la ventana. Acuarela. 2009. Foto cortesía del artista.
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Detalle.
Importa el título con que Luis Paulino Delgado distingue a su más reciente muestra de acuarelas, devela que el arte está vivo, que lo avivan los verdaderos artistas como él quienes trabajan de manera ardua cada día en el territorio de su práctica artística. El arte ha sobrevivido a todos los tiempos y situaciones, a las grandes guerras, catástrofes naturales, conflictos sociales, culturales, e históricos, y, a pesar de tantas desventajas y vicisitudes actuales, persiste. También esta motivación influye para que sigamos teniendo pintores, escultores, arquitectos, diseñadores, en tanto la creatividad es infinita, talento donado por el Creador para generar belleza, confort, y riqueza para todos los pueblos.
A finales de los años noventa me decía el historiador de arte, el brasileño Frederico de Morais cuando visitó el país como jurado de un certamen, que “el arte es el oro de las naciones”. Hoy en día, cuando el mercado artístico está tan compungido, como lo está la tierra a pesar de las políticas y conductas conservacionistas, pero existe una esperanza y es que mientras exista quien cultive habrá un nuevo día, y así es el arte, no desaparecerá. Para la tierra fértil mientras exista quien provea la semilla y la riegue con agua que es otro don de la naturaleza, tendremos frutas, verduras y alimentos.
Luis Paulino Delgado expone en la Galería del Consejo Universitario de la Universidad de Costa Rica, Sede Rodrigo Facio en San Pedro, la muestra titulada “Vitalidad del Arte”. Enmarca un repaso a sus temas en plena madurez y experiencia de lidiar con la acuarela y el grabado: los paisajes del campo, las áreas interiores de las casas añosas y olorosas al humo de la leña, a flores, frutas y verduras. Me son recordables los bodegones con verduras, y, como en este caso: la figura humana, un terreno artístico poco conocido en él pero para el cual demuestra talento.
Luis Paulino me invitó a visitar esta propuesta, la más reciente de su larga carrera de artista y maestro de muchas generaciones en la Escuela de Artes Plásticas, de la cual fue Director, y Decano de la Facultad, pero me había sido imposible asistir. Ayer, cuando venía para la capital, al abordar el tren en Cartago me avisaron que la reunión se atrasaba una hora más tarde, por lo que cambié el itinerario. Antes de abordar el tren, atravesé el mercado de Cartago y algo que me encantó fue sentir los aromas de las frutas, los mangos, sandías, papayas, verduras, legumbres y especias, por lo que ya traía los sentidos perceptivos estimulados y eso incide al comentar lo encontrado, por lo que al llegar a San Pedro decidí visitar lo expuesto por don Luis Paulino.
Llegar hasta la sala del Consejo no es fácil para uno que ya perdió la experiencia de andar en el campus universitario, todo ha cambiado tanto a cuando fui profesor en los ochentas y noventas, pero finalmente una joven de la Rectoría me condujo con gran amabilidad a la sala expositiva. Al descubrir los cuadros, empecé a repasar uno a uno tratando de relacionarlos con el trabajo que ya conocía de él. La pincelada de este artista es gruesa, carácter poético, vuelve a la obra enérgica, quizás nos transporta a otro espacio donde sus imaginarios de artefactos de la casa se enmarcan en un discurso de ausencia y extrañamiento por un modelo de vida que va desapareciendo. Intentando apreciarlos por temáticas, de repente me percaté del enorme y múltiple don de este señor que dispara su creatividad en muchas direcciones, tal y como se lo dicta esa gran “mama” que llamamos “arte” y que desde su útero cósmico instruye nuestros dones y talentos con que nos manda a experimentar el mundo. Esa entraña cósmica es la escuela, la universidad, que nos manda por todos los caminos a demostrar lo aprendido, y don Luis Paulino, sabe muy bien de todo esto, casi toda una vida en este enorme y prodigioso recinto, que le llamamos campus y que es hoy atravesado por ductos y vectores de los tecnológico y una contemporaneidad que la transforma con una nueva visual.
De pronto, me percaté que ya había caminado casi sin percatarme de que no había seleccionado cuál obra comentar, pues, para mi, visitar una exposición, requiere producir un comentario de lo que aprendí o que me sorprendió, pues si nada me sorprende -a veces ocurre-, saldría vacío y sin trastocar esas fibras que encienden al artista, tanto como sus neuronas en la práctica del taller o estudio del pintor.
Fue hasta que me detuve en una acuarela titulada “La Modelo en la Ventana”, que me sorprendió enormemente en tanto era la primera vez que apreciaba un desnudo del maestro y una lección de comunicación no verbal, de instrucción artística a partir de gestos -semiótica-, y técnica, en tanto entablaba un diálogo entre la modelo y una criatura alada diminuta color rojo posada en una rama del árbol al otro lado de aquella abertura de luz que llamamos ventana. Ahí había diálogo, pero silencioso, se comunicaban con signos, pero quizás lo que más me sorprendió, es que la avecilla daba muestra de entender lo que hacía aquella joven desnudando su cuerpo para la creación de un gran maestro.
En ese momento me pregunté: ¿Entienden o tienen algún tipo de pensamiento las aves? Recordé un artículo reciente que leí acerca de aves y cité un pensamiento al respecto:
“Parece que sí les importa; de hecho, no les gusta nada la mirada humana. Una investigación ha demostrado que las aves no permanecen impasibles ante la forma de un ojo humano. Ocurre que para un pájaro, saber si le están observando puede resultar esencial de cara a su supervivencia”. ( https://pajarosdenuestroscampos.wordpress.com/2012/04/11/la-mirada-en-las-aves-2/ )
En la exposición visitada, me dije que ahí, en la escena pintada por el maestro, no había ningún peligro, todo era poética relacional, y recordé precisamente un pajarito rojo, muy similar al que pintó don Luis, pero cuyo pico era amarillo que lo diferenciaba de la acuarela pintado oscuro:
“¿Piensan las aves? Pareciera que sí. Al mirar estas imágenes no nos queda más que afirmar que existe algún grado de interiorización y que no hay nada de vago en lo que están mirando y manifiestan con un determinado gesto en ese esquema perceptual del entorno”. Quirós 2023. ( https://manage.wix.com/dashboard/07158bb6-057a-4dda-b95f-3b155598e39b/blog/8096e1f9-d845-4866-9e7d-82c88e951258/edit )
Lo que quiero dar a entender, y con esto concluyo este acercamiento, es que en esa acuarela hay algo más que papel y pigmentos, hay emociones, comunicación poética, lenguaje emocional que nos afecta a quienes acostumbramos a apreciar, y que al visitar la galería sellamos un encadenamiento que se inició, en mi caso, al atravesar el mercado y colmar mi percepción de estímulos que abren el acto de crear como otra ventana, algo trascendental que ha enriquecido al mundo, y que a pesar de la economía y el mercado del arte está por los suelos, y de que las cosas hoy cuestan tanto, el arte es una esperanza, como dijo Morais en aquella conversación años atrás: es el “Oro de las Naciones”.
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